Sabes, desde que te vi
no pude dejar de pensar en ti. Tu sonrisa
ilumina mi día más oscuro, pero a la vez
siento un dolor muy profundo en mi corazón al saber que no
eres para mí. En las noches sueño que estoy en un laberinto sin salida
y ahí apareces tú como todo un príncipe y yo corro
hacia tus brazos y lloro de felicidad; al ver tus
ojos que me llenan de paz yo no sé que mas hacer y te beso sin pensar. Pero ahora
sonó el despertador, es hora de despertar y de mirarte sentarte a mi lado sin poder
decirte: “TE AMO”. Cuando estoy contigo siento que puedo volar. Por
favor no me quiten mis alas que contigo me quiero encontrar. ¡SI! ESTOY
LOCA, PERO DE AMOR. Recuerdo esa vez cuando te vi. En mi mente dije: No, él no es para mí y
te olvidé enseguida. Pero luego volvió con fuerza el destino para
recordarme que tú no me eres correspondido Era un día lunes y sin
saber porque volteé y te hablé. Tú me contestaste con
una voz tan dulce y con tu mirada me cautivó. ¿Soy ahora tu
esclava sin ninguna libertad? Y aun eso me hace feliz al saber que aunque
esclava tuya yo seré. Antes te hablaba con facilidad ahora me cuesta decirte: Hola,
¿cómo estás? Recuerdo esos bellos momentos que hablábamos más. Hace un año
atrás cuando hablábamos de cosas divertidas, de terror o sin sentido. Y cuando tú
me hacías reír. Ahora es cambio de periodo. Mi cuento de cenicienta acabó. Esperaré
mañana verte otra vez. Pero ya no estarás a mi lado. Y sólo
pensando que tú no me eres correspondido. Tu destino y el mío siempre han
estado juntos pero nunca entrelazados; aunque estemos tan cerca a
la vez estamos muy lejos. Qué suerte tiene ella, sí que es
afortunada de que tú la ames y ella también a ti. Ya tiré la toalla, ya no puedo. No
puedo competir con alguien tan perfecta como
lo es ella. No les desearé que vayan a ser arroyados por un tren. Sólo le
desearé a ella la felicidad que yo no pude tener. Trate de cambiar para que tú
te fijaras en mí, tan solo una mirada eso me bastaba. ¡Pero no! No, fue así. Tan solo no
te fijabas en mí. Aunque ahora me doy cuenta, aunque hiciera lo que
hiciera, cambiara como era igual no me amarías. Porque después de
todo a quien tú amas es a ella. Rompiste mi corazón, lo partiste
en mil pedazos, lo pisaste y lo tiraste a un basurero. Yo corrí
hacia él: Traté de pegarlo, traté de unirlo pero al final no lo
logré. Sólo quedaron pequeños pedacitos. Estaba destrozado por
quien amé. Pero aún con esos pedacitos yo te sigo amando. Pero sólo
quería que sepas lo que siento por ti.
Está bien, ya más no te molestaré, seguro que
esta carta no fue de tu agrado, pero es de alguien que te ha amado y amará. Te
dedico esta carta, al único que amé y amaré con toda mi alma.
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